|
A - I n f o s
|
|
a multi-lingual news service by, for, and about anarchists
**
News in all languages
Last 40 posts (Homepage)
Last two
weeks' posts
Our
archives of old posts
The last 100 posts, according
to language
Greek_
中文 Chinese_
Castellano_
Catalan_
Deutsch_
Nederlands_
English_
Français_
Italiano_
Polski_
Português_
Russkyi_
Suomi_
Svenska_
Türkçe_
_The.Supplement
The First Few Lines of The Last 10 posts in:
Castellano_
Deutsch_
Nederlands_
English_
Français_
Italiano_
Polski_
Português_
Russkyi_
Suomi_
Svenska_
Türkçe_
First few lines of all posts of last 24 hours |
of past 30 days |
of 2002 |
of 2003 |
of 2004 |
of 2005 |
of 2006 |
of 2007 |
of 2008 |
of 2009 |
of 2010 |
of 2011 |
of 2012 |
of 2013 |
of 2014 |
of 2015 |
of 2016 |
of 2017 |
of 2018 |
of 2019 |
of 2020 |
of 2021 |
of 2022 |
of 2023 |
of 2024
Syndication Of A-Infos - including
RDF - How to Syndicate A-Infos
Subscribe to the a-infos newsgroups
(ca) Spaine, LIZA[Italy]: Represión y Estado Policial en la Italia de Meloni (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]
Date
Wed, 6 Nov 2024 07:38:22 +0200
La Resistencia Colectiva ante el DDL 1660 en un contexto de creciente
autoritarismo: Un grito colectivo en las calles ---- El pasado 5 de
octubre, cerca de 10.000 personas se congregaron en las calles de Roma
en una manifestación masiva que resonó como un eco de la resistencia
frente a las crecientes medidas represivas del gobierno de Giorgia
Meloni. La multitud, unida por la defensa de los derechos civiles y la
lucha contra la opresión (y represión), dejó claro que la voz del pueblo
no puede ser silenciada. Esta jornada de protesta no solo representó la
oposición al "DDL 1660", un proyecto de ley que busca restringir las
libertades fundamentales y criminalizar la disidencia, sino que también
se alzó en solidaridad con el pueblo palestino y libanés, recordando que
la lucha por la justicia es una lucha global.
Sin embargo, esta jornada se desarrolló de una manera que tiene pocos
precedentes recientes: paradas al bajar de los trenes, búsquedas en
autobuses (incluso los privados), paradas en los peajes de las
autopistas... De hecho, algunos autobuses que venían de otras ciudades
fueron detenidos, registrados y escoltados hasta los límites de la
provincia de Roma.
Más de 1.600 personas fueron controladas por las fuerzas del Estado, 200
en total fueron expulsadas de la ciudad, 51 de las cuales recibieron
órdenes de expulsión durante un período de entre 6 meses y 4 años. Estas
medidas cautelares se impusieron a todo aquel que tuviera un solo
proceso en curso (aún sin concluir) por delitos imputables a las
manifestaciones en la plaza.
La plaza donde se realizó la manifestación estaba intensamente
controlada, con salidas bloqueadas y puntos de acceso restringidos
mediante puertas de control, donde se solicitaban documentos y se
realizaban identificaciones. Esto dificultó la llegada segura de miles
de personas, generando un ambiente de tensión. A pesar de las peticiones
para permitir el libre tránsito, las autoridades continuaron a los
manifestantes en Piazzale Ostiense, lo que derivó en fuertes
enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía, que respondió con
porrazos y lanzamiento de gas. Los enfrentamientos resultaron en la
detención de cuatro personas (entre ellas Tiziano, quien se enfrenta a
un arresto domiciliario en espera de juicio) y en al menos 24 agentes
heridos, 20 de la policía y 4 de la guardia de finanza (policía fiscal);
así como tres manifestantes, según comunican los medios locales.
Posteriormente, la policía llevó a cabo allanamientos y provocaciones en
varias zonas de la ciudad. Se anunció solidaridad con los detenidos,
incluyendo las 51 personas con órdenes de deportación, y se movilizaron
recursos legales y políticos en su defensa. Las consignas, que llamaban
a la resistencia contra la guerra y el colonialismo, encontraron un eco
particular en el contexto actual de Italia, donde el DDL 1660 amenaza
con despojar a los ciudadanos de sus derechos fundamentales.
La extrema derecha en el poder y la represión
Italia, a lo largo de su historia reciente, ha sido testigo de una
creciente ola de medidas represivas que han limitado las libertades
individuales y colectivas. Desde el gobierno de Matteo Salvini hasta el
actual de Giorgia Meloni, se han aprobado diversas leyes que restringen
el derecho a la protesta y criminalizan las acciones de resistencia.
Este patrón de opresión no es nuevo: se inscribe en una tradición
política que ve en la disidencia una amenaza a la estabilidad del
estado. Lo mismo se vive en el estado español desde el 2015 con la
reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana también conocida como "Ley
Mordaza", en la que se introdujeron nuevos poderes y facultades para la
policía.
En este sentido, el DDL 1660 no es más que la culminación de un proceso
de erosión de derechos que se ha acelerado en los últimos años. La
historia de Italia está marcada por movimientos sociales que han luchado
por derechos fundamentales, y ahora, frente a esta nueva amenaza, es
fundamental recordar las lecciones del pasado y reforzar la unidad en la
lucha.
El DDL 1660 - Un arma contra la disidencia
El DDL 1660, apodado "ley-porra" o "ley anti-Ghandi" por sus críticos,
ha sido presentada como una respuesta necesaria a la "emergencia" que
enfrenta Italia, pero en realidad es un intento calculado de silenciar
la disidencia y controlar las luchas sociales. Este proyecto de ley, que
se ha discutido en las Cámaras desde el 10 de septiembre, introduce
nuevas penalizaciones y categorías delictivas que amenazan gravemente el
derecho a la protesta. Según el manifiesto emitido por diversos
colectivos, esta ley busca "ajustar cuentas" con las realidades de lucha
en curso y frenar cualquier resistencia organizada.
El DDL 1660 presenta un conjunto de medidas que transforman el marco
legal en el que operan las luchas sociales. Esta legislación se erige
como un muro contra la acción colectiva, buscando aplastar las voces
disidentes que claman por la justicia.
Algunas de las disposiciones más preocupantes incluyen:
Corte de carreteras como delito penal: La interrupción de carreteras se
convierte en un delito penal con penas de hasta 2 años de prisión.
Protestas en prisión y centros de reclusión: Las manifestaciones en
cárceles y centros de inmigrantes pueden ser castigadas con penas de
hasta 20 años de prisión.
Protestas contra grandes obras: También se establece la penalización de
las protestas contra grandes obras, con castigos similares a los anteriores.
Propaganda de luchas sociales: Se considera punible la "propaganda"
relacionada con las luchas sociales, con penas de hasta 6 años, bajo la
etiqueta de "terrorismo de palabra". Algunos de los casos que ya están
en curso pueden servir como ejemplo: el activismo pro-palestino o el
caso de Scripta Scelera.
Ocupación de casas vacantes: La ocupación de propiedades vacías, así
como la solidaridad con tales ocupaciones, puede conllevar penas de
hasta 7 años de prisión.
Resistencia activa: Se establece una pena de hasta 15 años por
resistencia activa durante manifestaciones o enfrentamientos con las
autoridades.
Resistencia pasiva: La resistencia pasiva, considerada un nuevo delito
(denominado "antiGhandi"), puede ser castigada con penas de hasta 4 años
de prisión.
Facultad de las fuerzas del orden: Se otorga a las fuerzas del orden la
facultad de portar una segunda arma personal, además de su arma oficial,
incluso cuando no están de servicio.
Prisión para mujeres embarazadas: Se elimina la excepción que excluía a
las mujeres embarazadas o con hijos menores de 1 año de ir a prisión,
por lo que pueden ser encarceladas inmediatamente.
Restricciones a inmigrantes sin permiso: Se prohíbe a los inmigrantes en
situación irregular el uso de teléfonos celulares, vinculando la
adquisición de una tarjeta SIM a la posesión de un permiso de residencia.
Estas medidas tienen un impacto devastador en las luchas actuales, ya
que buscan deslegitimar y criminalizar la acción colectiva y la protesta
social. La implementación de esta legislación no solo crea un clima de
miedo, sino que también impide el desarrollo de movimientos que buscan
transformar la sociedad.
Las controversiales medidas del gobierno de Meloni
Además del DDL 1660, el gobierno de Giorgia Meloni ha implementado otras
medidas controvertidas que han generado un profundo malestar social.
Muchos lo ven como un regreso a un pasado nostálgico de Italia que nunca
fue enterrado. Estas incluyen:
Detención de activistas: Casos como el de Luigi Spera y Giacomo Baggio
Zilio muestran cómo el activismo pacífico, incluso en protestas no
violentas, es reprimido con detenciones y cargos severos. Spera fue
encarcelado por protestar frente a una empresa de armas, y Zilio
enfrenta restricciones antimafia por arrojar confeti en una
manifestación ambiental.
Restricción del derecho al aborto: Se ha ejercido presión sobre las
mujeres que buscan abortar, forzándolas a pasar por procesos humillantes
como escuchar el latido del feto antes de poder proceder. Además, la
influencia de activistas antiabortistas dentro de las clínicas ha
aumentado, dificultando el acceso a este derecho.
Promoción de valores conservadores y tradicionales: Se ha impulsado la
defensa de la familia tradicional, limitando los derechos de la
comunidad LGBT+ y restringiendo el acceso al matrimonio igualitario, la
adopción y otras protecciones legales para parejas del mismo sexo.
Políticas antimigración: Italia ha cerrado sus puertos a barcos que
rescatan a migrantes en el Mediterráneo, lo que refuerza una narrativa
racista y xenófoba. Los refugiados y migrantes son presentados como
criminales y se ha justificado su rechazo en nombre de la protección
nacional.
Fomento del nacionalismo: El gobierno de Meloni, especialmente a través
de figuras como Matteo Salvini, ha promovido políticas que refuerzan la
idea de "Italia para los italianos", exacerbando sentimientos
nacionalistas y excluyendo a los inmigrantes, refugiados y minorías étnicas.
Penalizaciones para okupas: Penas de dos a siete años de cárcel por
ocupar inmuebles o impedir el acceso a los propietarios.
Castración química para agresores sexuales: Propuesta para establecer
una comisión técnica que estudie la posible implementación de la
castración química, aunque su eficacia es discutida. Esta propuesta
refleja un enfoque punitivo en lugar de uno centrado en la prevención y
el tratamiento.
Recuperación del servicio militar obligatorio: Propuestas para
reinstaurar el servicio militar obligatorio se han discutido en el
parlamento, abriendo la puerta a un posible militarismo en la sociedad.
Prohibición del Cannabis Light (CBD): El decreto que equipara el
cannabis light a otras drogas afecta a un sector que había crecido
significativamente, generando críticas por parte de diversas organizaciones.
Fin de la Excepción para Mujeres Embarazadas: La eliminación de la
cláusula que excluía a mujeres embarazadas o con niños menores de un año
de ir a prisión es un claro ejemplo del enfoque represivo del gobierno.
Estas medidas han sido objeto de fuertes críticas por parte de la
oposición, juristas y organizaciones de derechos humanos, que las
consideran liberticidas y alineadas con un enfoque autoritario.
La respuesta de los movimientos sociales
Frente a la creciente represión, los movimientos sociales han respondido
con determinación y unidad. La manifestación del 5 de octubre fue solo
una de las muchas acciones organizadas en oposición al DDL 1660 y a las
medidas represivas del gobierno. El manifiesto emitido por diversos
colectivos es un llamado a la solidaridad y la acción colectiva,
destacando que la lucha no puede ser dividida por diferencias
ideológicas o tácticas.
Las asambleas organizadas en diferentes ciudades han buscado crear una
coordinación permanente entre movimientos, colectivos y organizaciones,
estableciendo nodos locales que promuevan la lucha contra el DDL 1660 y
la militarización de la política. Se ha enfatizado la importancia de una
movilización unificada, que trascienda las fronteras sectoriales y
fomente la acción colectiva en defensa de los derechos humanos y la
justicia social.
El 21 de septiembre, se organizó una manifestación en Florencia contra
la guerra, la OTAN y el gasto militar, como parte de una serie de
acciones coordinadas para enfrentar el DDL 1660. Las movilizaciones en
Bolonia y otras ciudades han logrado atraer a diversos sectores de la
sociedad, demostrando que la resistencia es posible cuando se trabaja en
unidad.
Implicaciones de la represión
El DDL 1660 es un síntoma de una tendencia preocupante: el creciente
autoritarismo de los gobiernos de derecha en Europa. Lo que está
ocurriendo en Italia no es un fenómeno aislado; es parte de un
movimiento global que busca consolidar el poder a expensas de las
libertades civiles.
La represión y el endurecimiento de las leyes bajo el gobierno de Meloni
tienen profundas implicaciones para la sociedad italiana. La
criminalización de la disidencia y la deslegitimación de la protesta son
tácticas que buscan desmantelar el tejido social de resistencia y
empoderamiento. Al introducir medidas que limitan la libertad de
expresión y el derecho a protestar, el gobierno está sembrando un clima
de miedo que puede resultar en la desmovilización de las luchas sociales
y la creciente fuerza de grupos autoritarios.
La política represiva también tiene un efecto desproporcionado en las
comunidades más vulnerables, que son las más afectadas por las medidas
de austeridad y la opresión. La resistencia pasiva penalizada en las
cárceles y los centros de acogida es un claro ejemplo de cómo las
políticas del gobierno de Meloni deshumanizan a los grupos en situación
de vulnerabilidad.
El aumento de poderes para la policía y la impunidad en casos de abuso
representan un retroceso en la protección de los derechos humanos y una
normalización de la violencia institucional y callejera. Esta situación
es alarmante, ya que, si no se enfrenta con determinación, puede llevar
a una erosión irreversible de los derechos civiles en Italia.
Los movimientos sociales deben ser conscientes de que la lucha no solo
es contra leyes específicas, sino contra un sistema que busca reprimir
cualquier forma de resistencia. Es vital que estos movimientos no solo
resistan la opresión, sino que también articulen una visión alternativa
de sociedad basada en la justicia social, la equidad y el respeto a los
derechos humanos.
¿Cómo está el movimiento anticapitalista en Italia?
Hablando con compañerxs de Roma, nos comentan que el movimiento
anticapitalista en Italia enfrenta una serie de desafíos profundos,
tanto por su historia como por el contexto sociopolítico actual. Desde
sus orígenes, ha estado marcado por una rica tradición teórica y un alto
grado de debate interno. A lo largo de los años, esta fragmentación ha
generado diversas divisiones que han afectado tanto su cohesión como su
capacidad para organizarse de manera efectiva. La coexistencia de
enfoques contradictorios, tanto en términos teóricos como prácticos, ha
dificultado que el movimiento funcione como una fuerza unida. Además, la
herencia del Partido Comunista Italiano (PCI) ha sido un factor clave en
la configuración de la izquierda italiana, ya que el PCI, al ocupar gran
parte del espacio político, bloqueó el desarrollo de corrientes más
radicales como el anarquismo y el autonomismo. Con la desaparición del
PCI, su sucesor, el Partido Democrático, se ha alejado de las ideas de
izquierda y ha adoptado una postura neoliberal, alienando aún más a los
movimientos anticapitalistas.
A nivel organizativo, el movimiento enfrenta graves dificultades. Aunque
los espacios ocupados o "squats" han sido históricamente puntos clave de
resistencia, mantenerlos abiertos en el contexto actual de represión y
escasez de recursos es cada vez más complicado. La falta de cohesión
interna dentro del movimiento agrava este problema, ya que los
conflictos entre generaciones y las divisiones ideológicas limitan la
cooperación efectiva. Además, el desinterés generalizado de la sociedad
italiana hacia el movimiento anticapitalista ha contribuido a su
invisibilidad. A pesar de la represión estatal, el movimiento no es
percibido como peligroso, sino más bien como irrelevante, lo que
dificulta su capacidad para influir en la opinión pública y movilizar a
nuevos seguidores. Esta apatía, en combinación con un discurso burgués
dominante que predomina en las instituciones educativas y en los medios
de comunicación, refuerza la idea de que las luchas sociales carecen de
impacto real.
A pesar de estos obstáculos, el movimiento anticapitalista en Italia
sigue resistiendo. La presencia de activistas comprometidos y
teóricamente sólidos, como los anarquistas, demuestra que, aunque sea
una minoría, el movimiento aún tiene la capacidad de generar miedo en
las estructuras de poder. Sin embargo, su principal desafío es atraer a
una nueva generación de militantes y superar la fragmentación que limita
su efectividad. Si bien no se trata de buscar una mayoría parlamentaria
o electoral, la falta de participación masiva en las estructuras de
organización del movimiento impide que este tenga un impacto mayor en
las luchas políticas. El futuro del movimiento depende de su capacidad
para superar la apatía social, revitalizar sus estrategias y adaptarse a
un contexto cada vez más represivo, sin perder de vista la importancia
de mantener un espíritu radical y anticapitalista.
Un llamado a la resistencia
A medida que avanzan las discusiones sobre el DDL 1660 y otras medidas
represivas, es crucial reflexionar sobre cómo podría evolucionar la
situación. La historia ha demostrado que, en los momentos de mayor
opresión, las respuestas colectivas suelen fortalecerse. Si bien la
criminalización de la protesta busca desmovilizar, también puede
resultar en una revitalización del activismo y la creación de nuevas
formas de resistencia.
Los movimientos sociales tienen la responsabilidad de articular
estrategias que no solo resistan las leyes represivas, sino que también
propongan alternativas viables. La solidaridad internacional juega un
papel fundamental en este contexto; es imperativo que las luchas locales
se conecten con las luchas globales. La resistencia a la ocupación y la
lucha por los derechos de los palestinos, junto a la lucha contra la
represión estatal, son ejemplos de cómo diversos frentes pueden
entrelazarse y fortalecerse mutuamente.
Además, es necesario que los movimientos trabajen en la creación de
espacios seguros para el debate y la organización. La construcción de
redes de apoyo y la promoción de la acción directa son estrategias clave
para contrarrestar la represión. Las luchas por la vivienda, el trabajo
y el derecho a la salud deben ser el núcleo de una agenda unificada que
desafíe el autoritarismo en todas sus formas.
Es crucial que la comunidad se movilice y tome acción frente a estas
medidas. La historia ha demostrado que los derechos no son irrevocables
y que siempre hay que defenderlos. Por ello, hacemos un llamado a todos
y todas para que se unan a la lucha, participen en manifestaciones,
asambleas y acciones de resistencia.
La solidaridad y el apoyo mutuo son la base sobre la cual se construyen
los movimientos de cambio. ¡La unión hace la fuerza! No permitiremos que
se pisoteen nuestros derechos y libertades. Los derechos nunca son
permanentes. Cabe a cada persona la responsabilidad de defenderlos, pues
la historia nos ha demostrado que los avances sociales y las libertades
pueden ser arrebatados si no se protegen activamente.
La construcción de un futuro más justo y equitativo depende de nuestra
capacidad para organizarnos y luchar juntos. Sea en el estado italiano,
español, palestino o ruso.
La defensa de los derechos es una lucha continua: ¡No Hay Derechos
Irrevocables!
El DDL 1660 simboliza la fragilidad de los derechos y libertades que
damos por garantizados. En Italia, estamos viendo cómo un gobierno en
democracia puede, bajo el pretexto de la seguridad, desmantelar
progresivamente las conquistas sociales que costaron décadas de lucha.
Pero esta situación no es irreversible. La movilización del 5 de octubre
es solo un ejemplo del poder que tiene el pueblo cuando se organiza y
responde con firmeza ante las injusticias.
No hay derechos irrevocables. Las conquistas sociales no son regalos
otorgados por los gobiernos, sino victorias ganadas a través de la lucha
constante del pueblo. Si queremos proteger nuestros derechos, debemos
estar siempre dispuestos a defenderlos, a cuestionar el poder y a
resistir las medidas que busquen arrebatárnoslos. Italia se encuentra en
un momento crítico, y el futuro de sus derechos democráticos depende de
la capacidad de su gente para unirse y luchar.
La resistencia es el único camino, y la historia está de nuestro lado.
Como expresó el manifiesto de los movimientos sociales tras la
manifestación del 5 de octubre: "La libertad no es un estado natural; es
una conquista constante". Hoy más que nunca, debemos recordar estas
palabras y continuar la lucha. El autoritarismo puede ser derrotado,
pero solo si mantenemos la guardia alta y permanecemos unidos. Porque
los derechos, como la libertad, solo existen mientras estemos dispuestos
a defenderlos.
Diogo, militante de Liza
https://www.regeneracionlibertaria.org/2024/10/17/represion-y-estado-policial-en-la-italia-de-meloni/
_______________________________________
AGENCIA DE NOTICIAS A-INFOS
De, Por y Para Anarquistas
Para enviar art�culos en castellano escribir a: A-infos-ca@ainfos.ca
Para suscribirse/desuscribirse: http://ainfos.ca/mailman/listinfo/a-infos-ca
Archivo: http://www.ainfos.ca/ca
- Prev by Date:
(ca) Italy, FAI - Umanita Nova: Metalúrgicos: ingresos, no trabajo (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]
- Next by Date:
(ca) Brazil, FAG: LA HISTORIA ES LA GENTE QUE LA HACE - Celebración de los 2 años de la reanudación de Gãh Ré (de, en, it, pt, tr)[Traducción automática]
A-Infos Information Center